En retratos, monedas, monumentos, películas y hasta publicidades la cara de San Martín se reprodujo una y mil veces. El objetivo de estas actividades es reflexionar sobre cómo, cuándo y por qué se construyó esa representación icónica de nuestro héroe nacional y desde allí pensar en su significado.
Esta actividad propone una serie de materiales —en su mayoría audiovisuales— disponibles en la web, acompañados por una serie de actividades para diferentes niveles educativos.
Materiales disponibles
El Santo de la Espada
Película dirigida por Leopoldo Torre Nilsson y estrenada el 25 de marzo de 1970. El fragmento muestra los primeros pasos de la preparación del Regimiento de Granaderos a Caballo, hasta el combate de San Lorenzo.
1. Lean el artículo «San Martín visto por los artistas».
2. Busquen ejemplos en las imágenes de la galería que apoyen o contradigan las afirmaciones del autor.
3. ¿Qué función cumplía el retrato en la época de San Martín, según el artículo?
Actividad 2
1. Analicen cómo se representa a San Martín en El Santo de la Espada, de 1970 y en El Cruce de los Andes, en 2009:
¿Qué hace y qué dice San Martín en las escenas seleccionadas en cada película?
¿Cómo ayudan estos textos a caracterizarlo?
¿Con qué valores está vinculado en cada caso?
¿Cómo están representados los soldados? ¿Te parece que ayudan a caracterizar a San Martín en cada una de las películas?
¿Con qué pinturas se puede vincular la representación de cada película?
2. Analicen la técnica cinematográfica de la película de 1970, de El combate de San Lorenzo, de 2007, y de El cruce de los Andes, en 2009. Tengan en cuenta los planos, el montaje.
2. Busquen similitudes y diferencias entre las tres películas.
Actividad 3
1. ¿Qué diferencias físicas hay entre...
la figura de San Martín representada en El combate de San Lorenzo, del Canal Encuentro (ver galería de fotos y tráiler),
la de El Santo de la Espada
y la de las pinturas del siglo XIX?
2. Describan con detalle qué elementos rodean a San Martín en cada uno de sus retratos. ¿Qué significado tienen? Describan sus gestos o expresiones y recuperen también el sentido de estas.
3. Comparen las pinturas de los siglos XIX y XX con las más modernas de Guillermo Roux.
4. Ordenen en el tiempo las pinturas sobre San Martín. Busquen información sobre sus autores. Elaboren conclusiones sobre la relación de la época con los elementos de la pintura.
Actividad 4
1. ¿Cómo está caracterizado San Martín en el aviso de la Rock&Pop? ¿Qué representa su figura?
2. Escriban un texto explicando el comercial a una persona que no conoce la historia argentina.
Actividades para propiciar que los niños utilicen cada una de las partes y todo su cuerpo con disposición creativa y no estructurada. Para aprovechar un aliado tan importante como el estímulo sonoro que sugiera el peso, la velocidad, la tensión, la duración, la amplitud, etc. de los distintos movimientos de los alumnos.
ilustración Gustavo Damiani
¿Por qué esta propuesta?
Es común observar que cuando suena una melodía o un ritmo, todos los presentes, aun los bebés, la acompañan con movimientos.
Sin duda, la música (y sus componentes) funcionan como un gran estímulo que impulsa el movimiento, lo caracteriza, lo complementa.
En nuestra tarea docente debemos propiciar que los niños utilicen cada una de las partes y todo su cuerpo con disposición creativa y no estructurada, incluso en las situaciones ordinarias de la vida cotidiana, no podemos dejar de aprovechar un aliado tan importante como el estímulo sonoro que sugiera el peso, la velocidad, la tensión, la duración, la amplitud, etc. de los distintos movimientos de los alumnos. Tal dominio paulatino, gracias a la práctica consciente y bien estimulada desde los docentes en los distintos niveles, propiciará personas que, además de contar con soltura y gracia en sus movimientos, transferirán su experiencia motriz a la actividad diaria, actuando con una adecuada economía de esfuerzo.
Actividades sugeridas
Jugar con los sonidos
Le sugerimos producir estímulos sonoros (puede cantar, silbar, golpear, aplaudir) para propiciar movimientos amplios y globales por parte de los alumnos (realizados con todo el cuerpo), o bien parciales (donde sólo deban mover las dedos de una mano). También la producción de estímulos sonoros puede provenir de los alumnos para que usted realice los movimientos, o bien de un grupo a otro de alumnos.
Jugar sobre diferentes propuestas con un compañero, o en pequeños grupos unos con otros. Uno comandará sonoramente al resto, por ejemplo, "dictando" sonidos para que los demás los "dibujen" en el aire, o se muevan. También se puede jugar a que uno proponga movimientos siguiendo determinados estímulos sonoros y que los demás los copien.
Usted creará secuencias sonoras con los nombres de los chicos del grupo para jugar a decirlos de distinta manera: podría ser "San-tia-guiiiii-to", "Tere-tere-si-sitá".
Otra sugerencia es jugar a moverse, repitiendo muchas veces el mismo movimiento antes de pasar a otro, mientras un compañero lo "traduce" en sonido, 'le pone música'. Luego se intercambia el rol.
Los chicos se moverán, atendiendo la consigna del docente, al compás de breves fragmentos musicales que plantearán distintos climas. También pueden hacerlo al ritmo de algún instrumento musical que usted o algunos de los alumnos ejecute.
La propuesta es similar a la anterior, pero en base a fraseos musicales reiterados, sin solución de continuidad, sobre los que los alumnos, individualmente, tienen que inventar coreografías, según los estímulos, y compartirlas con los demás.
También sugerimos unir sonidos, voces y cánticos y, en función de esto, armar una gran coreografía que pueda ser bailada por todos al mismo tiempo. Se podrán incluir objetos manipulables, como por ejemplo cintas largas, hojas de papel de diario, etc.
Aspectos a tener en cuenta
Sugerimos:
Brindar a los alumnos suficientes oportunidades para que desarrollen la mayor cantidad posible de experiencias motrices, libres de estereotipos.
Aprovechar los aportes de otras áreas, incorporándolos a sus propuestas.
Realizar innovaciones y cambios en el planteo didáctico de las tareas.
Observar y evaluar permanentemente el proyecto de trabajo (ideas, propósitos, acciones diarias, etc.).
Como esta propuesta es muy rica en posibilidades de articulación con otras posteriores, proponemos:
Armar secuencias de tres o cuatro clases sobre estas actividades.
Incluir las coreografías o series de movimientos en las entradas en calor o en los cierres de clases.
Agregar dificultades (mayor cantidad de movimientos a recordar, comenzar desde sentados en equilibrio sobre los glúteos) a medida que vayan interesándose y/o dominando el tema.
Incluirse uno a bailar junto a los alumnos al realizar las diferentes actividades.
Dar a los chicos la consigna de preparar, en el hogar, secuencias musicales/rítmicas con movimiento para presentar a sus compañeros en la próxima clase.
Utilizar temas musicales de moda (distintos ritmos) para despertar el interés de los chicos.
Aportes sobre el tema
Le Boulch, J., La educación psicomotriz en la escuela primaria, Buenos Aires, Paidós, 1994.
Ministerio de Educación Programa Nacional de Innovaciones Educativas
17 de agosto, paso a la inmortalidad del General San Martín
El 17 de agosto de 1850 falleció José Francisco de San Martín Matorras, conocido por todos como San Martín, una de las figuras más relevantes de la historia argentina y latinoamericana. Su actuación durante el primer tercio del siglo XIX en las luchas por la independencia en Sudamérica transformó su nombre en una referencia mundial de los procesos de descolonización.
Cuatro momentos de la vida del Libertador
Si bien las luchas por la independencia fueron colectivas, los atributos personales de San Martín le otorgaron un lugar destacado en ese proceso, entre ellos: su compromiso con la Revolución aún cuando no estaba claro su éxito; su agudeza para comprender que la independencia debía tener un alcance regional; la estrategia militar implementada en el Cruce de los Andes; y su ejemplo moral en la conducción de las tropas y en la función pública (la Intendencia de Cuyo y el breve lapso como “Protector del Perú”).
Proponemos revisar cuatro momentos significativos de su biografía para ubicar el itinerario de su vida en el contexto independentista y para entender por qué recordamos su actuación año tras año.
De Yapeyú a España y de Europa a la Revolución
San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, hoy provincia de Corrientes, y murió a los 72 años en Boulogne Sur Mer, Francia. Aunque suene paradójico, siendo uno de los próceres más destacados del país, vivió pocos años en estas tierras. A los cinco años partió con su familia hacia Cádiz, España, donde se enroló en el ejército español, para combatir a las tropas napoleónicas que luego de invadir el reino español obligaron a Fernando VII a dimitir en su trono en 1808. En este período, ascendió de Capitán de Caballería a Teniente Coronel, por su papel en la Batalla de Bailén (1808).
El avance de Napoleón sobre Europa era sin dudas el acontecimiento político-militar más importante de aquellos días. A pesar de ser uno de los protagonistas de esa experiencia en las filas de la resistencia española, hacia 1811 San Martín decidió volver a América, no sin antes tener una breve estadía en Londres.
Aquí trazamos el primer episodio fundamental de su biografía: pudiendo ser un militar español en lucha contra las fuerzas napoleónicas, decidió ser un militar enrolado en las filas de una revolución cuyo destino era, en aquellos años, incierto.
Actividades:
• Proponemos que los estudiantes armen una línea de tiempo sobre la biografía de San Martín. ¿Cuánto años vivió en lo que hoy reconocemos como territorio argentino? Para hacer la línea de tiempo, sugerimos que miren el especial producido por Canal Encuentro. Por otra parte: ¿qué razones ofrece el documental para explicar el retorno de San Martín a América?
De la Revolución a la Declaración de la Independencia
San Martín llegó a Buenos Aires el 9 de marzo de 1812, junto con Carlos de Alvear, quien se convirtió en jefe de la Logia Lautaro, un grupo masónico vinculado a otros similares en Europa, que se organizó en América para impulsar la independencia en toda Hispanoamérica. En Buenos Aires, San Martín confluyó con Bernardo de Monteagudo, un referente de la “Sociedad Patriótica” que lo acompañará a lo largo de toda su trayectoria política y militar. Recordemos que Monteagudo formaba parte del sector más radicalizado de la Revolución de Mayo y se identificaba con los “morenistas” (el sector referenciado con las ideas políticas de Mariano Moreno, uno de los Secretarios de la Primera Junta, fallecido en 1811).
La Primera Junta le confió a San Martín, recién llegado a Buenos Aires, la organización de un Regimiento con el objetivo de cuidar las costas del Río Paraná, de donde surgiría el Regimiento de Granaderos a Caballo. Este Regimiento tuvo un entrenamiento militar de excelencia, basado en las tácticas y las estrategias de la resistencia española a los ejércitos napoleónicos, y debutó en febrero de 1813 en la batalla de San Lorenzo, donde derrotó a las tropas realistas.
En enero de 1814 San Martín fue nombrado jefe del Ejército del Norte, relevando a Manuel Belgrano. Rápidamente llegó a una conclusión que cambió el rumbo de los acontecimientos en las Provincias Unidas y la historia de la estrategia militar: la idea de sorprender al ejército realista lanzando una ofensiva, ya no desde el Alto Perú donde los españoles tenían posiciones consolidadas, sino desde Chile, para luego llegar por mar a Lima, que era el centro del poder español. San Martín anticipó este plan a Rodríguez Peña en una carta que aún hoy se conserva y sugerimos leer.
Por esta razón, San Martín declinó el mando del Ejército del Norte y solicitó ser declarado Intendente de Cuyo, lo cual le fue concedido por Gervasio Posadas en 1814. Con el apoyo de la sociedad cuyana, resistió un intento de desplazamiento propiciado por el Director Supremo, su camarada Carlos de Alvear, quien poco después fue reemplazado por Juan Martín de Pueyrredón, quien se reunió con San Martín en Córdoba y aprobó su plan. Dese 1815 a febrero de 1817, San Martín organizó en Mendoza el Ejército de los Andes, mientras presionaba al Congreso de Tucumán para que declarara la independencia.
Si haber regresado a América fue la primera decisión importante que tomó San Martín en su itinerario político y militar, la segunda fue participar en grupos que, aun cuando la Corona española había comenzado a recuperar posiciones en Europa y en América, creían que el corolario del proceso político iniciado en mayo de 1810 debía ser la independencia.
Actividades
• Sugerimos que los estudiantes investiguen cuál era la situación política en las Provincias Unidas cuando San Martín delinea el Cruce de los Andes. ¿Cuáles eran los proyectos políticos vigentes en el contexto de la Declaración de la Independencia en 1816? ¿Por qué San Martín presionó para que se declarara la independencia? Para este último punto, recomendamos leer un fragmento de la carta que envía a Tomás Godoy Cruz, congresal mendocino en el Congreso Constituyente de 1816.
• Por otro lado, proponemos que los estudiantes investiguen qué papel cumplieron dentro del plan de San Martín las milicias al mando de Martín de Güemes en el Norte argentino.
El Cruce de los Andes
El Cruce de los Andes consistió en el punto de partida de la consolidación de la independencia en lo que hoy conocemos como Argentina, Chile y Perú. La organización del Ejército y el Cruce de los Andes demandó enormes esfuerzos colectivos. Más de cinco mil soldados fueron entrenados para afrontar un plan sumamente complejo para la época. Para tener una idea concreta de estos esfuerzos, recomendamos hacer una recorrida por el trayecto que hizo San Martín con su tropa, tal como lo reconstruye un video filmado en 360°, producido por la Dirección Nacional de Innovación Educativa y el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos y en alianza con Google.
A inicios de 1814, cuando el Cruce de los Andes fue concebido, Chile se encontraba en poder de los patriotas, pero esa situación cambió en octubre de ese mismo año, cuando los realistas recuperaron Chile. De modo que cuando se inició el camino hacia Santiago de Chile, a principios de febrero de 1817, San Martín sabía que del otro lado de la cordillera lo esperaban tropas españolas que pretendían impedir el avance del Ejército de los Andes. Por esta razón, utilizó distintas tácticas de distracción, entre ellas, la de dividir sus tropas en seis frentes, dos de los cuales ingresaron a Santiago de Chile por el norte, otros dos por el centro (que fue por donde efectivamente ingresó San Martín) y finalmente dos por el sur (el lugar por donde los realistas creían que llegaría el Ejército de los Andes).
Este avance por sorpresa permitió el triunfo en la cuenca de Chacabuco (12 de febrero), a lo que le siguió una inesperada derrota en Cancha Rayada (marzo de 1818) y el aseguramiento del triunfo patriota semanas después en la batalla de Maipú (abril de 1818). La independencia de Chile, declarada en 1818, estaba asegurada. Recomendamos aquí leer la proclama de San Martín ante el pueblo chileno luego del triunfo en Chacabuco.
Este recorrido permite poner en perspectiva el tercer gran momento de la vida de San Martín: el Cruce de los Andes.
Actividades
• Sugerimos que los estudiantes investiguen cómo estaba integrado el Ejército de los Andes, teniendo en cuenta la procedencia social de los soldados. ¿Qué relación establecía San Martín entre ese origen y la lucha por la independencia? Para indagar en estas ideas, recomendamos leer la célebre proclama de San Martín al Ejército justo antes de que se desencadene la batalla de Chacabuco.
De Lima a Guayaquil
Tras el triunfo en Chile, San Martín retornó a Buenos Aires para solicitar fondos para la expedición al Perú, último y crucial tramo del plan trazado en 1814. Sin embargo, apenas consigue una parte de lo que necesitaba y en Buenos Aires le solicitan que ponga a disposición del poder central el Ejército de los Andes para intervenir en la defensa de la ciudad frente a las disputas internas con las provincias del Litoral. San Martín se negó y retornó a Chile. En febrero de 1820, el poder central localizado en Buenos Aires se disolvió y San Martín se dispuso avanzar hacia Perú con su mando legitimado por las tropas pero ya sin el respaldo de Buenos Aires.
A partir de septiembre de 1820, San Martín comenzó a sitiar Lima. Ante el repliegue de las tropas realistas hacia Cusco, hizo su ingreso a Lima en Julio de 1821, donde fue declarado “Libertador y Protector de Perú”. Su gobierno se extendió desde agosto de 1821 hasta septiembre de 1822 y estuvo signado por diversos inconvenientes: la resistencia republicana a adoptar como forma de gobierno una monarquía constitucional, la imposibilidad de desarrollar una estrategia ofensiva contra el repliegue de las tropas realistas, el malestar de las clases propietarias de Lima ante ciertas medidas tomadas por su Ministro de Guerra, Bernardo de Monteagudo, a favor de las clases populares. En este contexto, debilitado por estos conflictos internos y sin el apoyo de Buenos Aires, San Martín decidió entrevistarse con el líder del otro gran ejército independentista americano, Simón Bolívar, quien había alcanzado rotundos triunfos en lo que hoy conocemos como Venezuela, Colombia y Ecuador.
Ese encuentro tuvo lugar en julio de 1822, en la ciudad de Guayaquil. Poco se sabe de lo que conversaron en aquella ocasión Bolívar y San Martín, pero lo cierto es que, luego de este cónclave, San Martín se retiró del mando del Ejército contra los realistas en Perú y su relevo fue asumido por el propio Bolívar, que terminaría de imponerse contra el poder español en la batalla de Ayacucho, en 1824. Doce años después de su retorno a América, la independencia del continente estaba asegurada.
Luego de su encuentro con Bolívar, San Martín retornó a Mendoza. En 1823, quiso dirigirse a Buenos Aires para acompañar a Remedios de Escalada, su esposa, que se encontraba enferma. Sin embargo, Rivadavia impidió su regreso a Buenos Aires, argumentando que podía ser objeto de juicio por porte del sector unitario que no le perdonaba no haber intervenido en defensa del poder central en 1820. Al agravarse la salud de su esposa, San Martín viajó a Buenos Aires en 1824 pero su esposa ya había fallecido. Decidió entonces marcharse con su hija Mercedes a París.
Retornó a Buenos Aires en 1829, en un momento de intensificación de la guerra civil en virtud del fusilamiento de Dorrego ordenado por Lavalle (un general que estuvo bajo su mando en el Ejército de los Andes). Lavalle le ofreció a San Martín convertirse en gobernador de la Provincia de Buenos Aires, pero San Martín rechazó nuevamente la propuesta y se marchó esta vez definitivamente a Francia, luego de residir unos meses en Montevideo. A partir de 1831, comenzó a vivir en un campo ubicado en un suburbio de París, y desde 1848 en Boulogne Sur Mer, donde murió en 1850. Cinco años antes, había ofrecido servir como general a las tropas federales que resistían, desde 1845, el bloqueo anglo-francés a la Confederación.
Actividades
• Quizás porque poco se sabe del encuentro entre Bolívar y San Martín en Guayaquil, distintos relatos en clave literaria han intentado reconstruirlo. Sugerimos por este motivo que los estudiantes lean dos intervenciones de este tipo, la de Eduardo Galeano y la de Jorge Luis Borges, ambas tituladas “Guayaquil”. ¿Cómo es pensado en ambos relatos este encuentro?
• Desde el siglo XIX, muchos escritores (entre ellos Sarmiento, Mitre, Martí, Rojas y Neruda), han trazado distintas semblanzas de San Martín. Sugerimos que los estudiantes busquen estas semblanzas para analizar de qué modo, en el retrato de San Martín, aparecen definidas algunas ideas relevantes sobre las identidades colectivas, tanto argentina como suramericana. Luego, sugerimos que los estudiantes escriban una semblanza sobre San Martín donde discutan y expliquen su importancia para nuestra historia.
• La figura de San Martín tiene un relieve no sólo nacional, sino también regional y mundial. Ello puede apreciarse en monumentos, nombres de calles, plazas y otros “sitios de memoria” ubicados no sólo en las distintas localidades de nuestro país, sino también en América (como en Guayaquil, Lima, Santiago de Chile, Bogotá, etc.) y en el mundo (como en Boulogne Sur Mer, New York, Beijing, Berlín, Madrid, Londres, etc.). Sugerimos que los estudiantes elijan tres sitios que recuerden la historia de San Martín, reconstruyan cuándo fue creado y que expliquen por qué cómo se relacionan esas ciudades con la vida, la obras y las ideas de San Martín.
Imagen 1: Un San Martín americanizado. Retrato de José Gil de Castro, un miliciano peruano de origen mulato que se alista en los ejércitos patriotas y a partir de allí comienza a retratar a distintos "libertadores" de América: San Martín, O'Higgins, Sucre y Bolívar. El cuadro es de 1817 y muestra a San martín triunfante luego de la batalla de Chacabuco. Según diversos críticos José Gil de Castro pone especial énfasis en "americanizar" el perfil de San Martín, y también de mostrarlo con una simbología que remite directamente al proceso político independentista, desde la frase "Nada quiso más que la Libertad de su patria" hasta las insignias de las charreteras que llevan impresas el sol, la estrella y el gorro frigio de la Asamblea del Año XIII. Sin embargo, también aparece con la mano derecha adentro de la chaqueta, al estilo de Napoleón. Imagen 2: Un San Martín embellecido. Óleo sobre tela de Francois Joseph Navez, pintado alrededor de 1825. El autor de esta obra era un reconocido retratista, que poco después sería nombrado Director de la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas. De aquí que se estime este retrato como uno que mejor respeta la fisonomía de San Martín. Imagen 3: El San Martín más masivo Litografía de Jean Baptiste Madou, realizada en 1828, cuando San Martín tenía aproximadamente 50 años. Es una de las imágenes que consiguió mayor popularidad y sobre cuya base se han realizado distintas series de billetes u otros objetos conmemorativos de San Martín. Imagen 4: El último rostro de San Martín. Daguerrotipo de San Martín, tomada en el invierno de 1848. Es sobre la base de esta imagen que se han construidos grabados, litografías y distintas pinturas al óleo, algunas de ellas invirtiendo el perfil. La imagen evoca a San Martín en sus últimos años, ya sin uniforme militar aunque replicando el gesto de la primera imagen, con la mano -esta vez la izquierda- dentro del chaleco.
Mariposario: un proyecto para contribuir con el cuidado del ambiente
En el Jardín N.º 919 de Mercedes, provincia de Buenos Aires, las maestras y los niños de 3 y 4 años del turno mañana desarrollaron un proyecto que tuvo como fin mejorar el patio de juegos de la institución. En una charla con educ.ar, María Celina Adano nos contó acerca del proyecto.
«En el año 2016 nos propusimos arreglar el patio de juegos de nuestro jardín, en su sección verde», explicó Adano. Fue así que, junto con sus alumnos, recorrió el patio en diferentes horarios y observaron que en los días de sol, al mediodía, muchos insectos (entre ellos, mariposas) se posaban en las flores silvestres que crecen en el espacio verde.
A partir de aquella primera instancia de investigación, la docente tomó fotografías de las mariposas que visitaban la zona. Después las imprimió y con esas imágenes, los chicos elaboraron una lámina.
El siguiente paso fue buscar información en revistas especializadas sobre mariposas e hicieron una excursión a un vivero de la zona para poder conocer más sobre las plantas que las atraían. «La persona que nos asesoró nos recomendó plantar salvias, porque al ser una planta autóctona se adapta perfectamente a nuestro clima y, además, está en flor durante la estación de otoño-invierno», contó la docente.
Adano contó que el objetivo de esta actividad fue principalmente generar conciencia ambiental en los niños, que favorezca el cuidado de los ecosistemas locales. También ayudar a difundir los beneficios del cultivo de plantas nativas y aprender sobre el ciclo de vida de las mariposas. Asimismo, comentó que fue una actividad que unió a los docentes, los niños y sus familias, quienes fueron invitados a plantar estas especies vegetales.
El mariposario, paso a paso
Observar las mariposas que visitan el patio del jardín.
Identificarlas con el asesoramiento de un experto o entendido en el tema.
Investigar qué tipo de plantas visitan para alimentarse (plantas nectaríferas) y cuáles son las plantas en las que depositan sus huevos (plantas hospederas).
Disponer un sector del patio para plantar esas especies.
Las familias de los chicos consiguieron gusanos de seda para llevar al jardín y que los niños pudieran identificar las fases del ciclo. Acceder a ellos les facilitó a los niños comprender el cambio entre una mariposa y una oruga.
Toda esta experiencia se llevó adelante durante el año pasado; en 2017 la docente se propuso continuar con el proyecto y profundizar los conocimientos: para ello pedirán asesoramiento a un experto en paisajismo, continuarán las observaciones para detectar el ciclo vital de las mariposas.
Para concluir, la docente contó que se trata de un proyecto que «requiere tiempo para desarrollarse en su totalidad, ya que resulta necesario generar las condiciones naturales de crecimiento de las plantas hospederas y mariposas a fines»..